lunes, 27 de febrero de 2012

La participación femenina en el trabajo


Macarena Urenda S.

 
Existe una variedad de estudios que  demuestra que existe una relación muy alta entre incorporación de la mujer al trabajo y superación de la pobreza de su grupo familiar.  Sin embargo nuestro país, pese todos los logros alcanzados  en mucho ámbitos de desarrollo social, económico y cultural,  sigue teniendo la tasa más baja de participación femenina de Latinoamérica y el Caribe en el trabajo;  un 40 % en comparación con el promedio regional que alcanza  un 53%s. Este hecho es más preocupante si se considera que , según datos de la encuesta  Casen 2006,  35 de cada 100 hogares en Chile están a cargo de una mujer, habiéndose duplicado entre 1990 y esta fecha,  el número de familias pobres a cargo de una jefa de hogar, alcanzando el 37%  y más de la mitad de ellas no trabajan.

En un país  como el nuestro que ha ingresado recientemente al grupo de los mejores, (la  OCDE)  y que exhibe excelentes tasas de empleabilidad, es natural  preguntarse por las razones de esa baja incorporación al mundo del trabajo. Como respuesta podemos formular muchas explicaciones que van desde la falta de oportunidades y falta de capacitación de las mujeres hasta las características que ofrece el mercado laboral chileno que todavía parece estar pensado sólo para los hombres en términos de horarios y condiciones de trabajo

Por eso,  pese a los avances, entre lo que naturalmente se cuenta la reciente aprobación de la ley que extiende el periodo postnatal a 6 meses y lo flexibiliza, hay  todavía una serie de tareas pendientes en relación con la incorporación de la mujer al trabajo remunerado y que son entre otras,  ofrecer mayores oportunidades a  las mujeres  para que puedan trabajar ya sea en forma dependiente o como emprendedoras, capacitarlas para que puedan encontrar un empleo  adecuado a sus talentos y habilidades y desarrollar políticas sociales que ayuden a conciliar la relación trabajo y familia.  Respecto de este último punto, hay que señalar que existen muchas medidas que son tendencia en el mundo y que se están comenzando a aplicar recién en nuestro país, destinadas a apoyar a las mujeres que trabajan fuera de sus hogares para que éstas se puedan desempeñar de manera eficiente tanto en el mundo del trabajo como en el ámbito de su vida familiar sin abandonar sus roles de madre y esposa. 

Según el informe PNUD la implementación de  medidas de conciliación familiar  por parte de  las empresas tales como,  promover la jornada laboral flexible, los bonos por nacimiento y periodo escolar entre otros, los permisos laborales para la atención de necesidades familiares,   los programas de esparcimiento o deportivos para la familia,  mejoran la productividad, aumentan la satisfacción laboral, tienen  un impacto positivo en el clima laboral y en la calidad de vida de las personas que trabajan. 

Considerando por una parte que el ingreso femenino es clave para la superación de la pobreza y por otra que  para las mujeres es vital salir a trabajar sin sentir que están abandonando a su familia, es fundamental que las empresas en Chile adopten como propias las medidas de conciliación familiar. Esta actitud permitirá a las mujeres integrarse al mundo laboral  combinándolo adecuadamente con su vida familiar y mejorando la calidad de vida de ésta.