viernes, 1 de febrero de 2013

El dinero y las mujeres


Si hay un tema que socialmente está lleno de prejuicios es el dinero y más todavía en lo que respecta a las mujeres. Por lo general no se nos educa en el concepto del dinero y,  aunque las cosas han cambiado mucho últimamente,  muchas de nosotras crecimos en una época donde era de mal gusto hablar de dinero y nunca nos preocupamos seriamente de éste hasta que una crisis financiera  afectó nuestra vida y tuvimos que enfrentar el tema  en la  mayoría de los casos  sin saber cómo. En efecto para muchas mujeres incluso con educación universitaria,  el manejo y comprensión de las finanzas no es nunca una prioridad hasta que algo grave ocurre y cuando sucede puede muy tarde para poder cambiar el rumbo de cómo van  las cosas.

Sin embargo, si queremos ser mujeres autosuficientes, debemos cambiar nuestra actitud respecto del dinero y no esperar llegar a una crisis  para ocuparnos seriamente de este tema en nuestras vidas. Es cierto que  el dinero puede no ser lo más importante en la vida pero representa muchos valores fundamentales en nuestras vidas: la libertad,  la independencia, ser capaces de hacernos cargo de nuestra propia vida,  tomar nuestras propias decisiones,  poder ayudarnos a nosotras mismas y a nuestros seres queridos y en síntesis, mejorar nuestra calidad de vida.

Pero ¿cómo hacerlo? Lo primero es olvidarnos del mito de que no somos capaces de manejar nuestro dinero. Es cierto que necesitamos algo de educación financiera pero eso no es tan difícil de lograr con una buena asesoría y con mucho sentido común, aunque hay que tener mucho cuidado en ver con quienes nos asesoramos y distinguir entre quienes  buscan aconsejarnos y quienes  sólo buscan vendernos algo.

Pero también debemos cambiar nuestra forma de ver el dinero. Debemos dejar nuestros prejuicios de lado para visualizarlo de manera positiva, confiar en nosotras mismas para administrarlo y sentir que merecemos tenerlo. En Chile se han realizado varios estudios que muestran que las mujeres somos ahorrativas y buenas pagadoras y que no solemos asociar el dinero al ego sino más bien a la seguridad propia y de nuestras familias. Eso significa que una vez que superamos nuestros prejuicios y mejoramos nuestra información de finanzas personales,  tenemos grandes posibilidades de transformarnos en unas muy buenas administradoras de este.

El concepto debe ser el de una  mujer rica;  tengo riqueza en mi vida. Es lo que soy, es lo que merezco.   Porque, el dinero representa muchas cosas pero al hacerme cargo de mi vida financiera  doy un paso importante hacia la libertad. Una vez que obtienes  independencia financiera,    llegas un punto donde tienes que cruzar la línea  y tomar tus propias decisiones. Si lo haces,  creces.


Macarena Urenda  S.